La evolución de los chapistas

En nuestro taller de chapa y pintura en Cabezón de la Sal sabemos lo importante que es contar con chapistas profesionales para conseguir un trabajo perfecto. Estos expertos han ido evolucionando mucho con el paso de los años. De hecho, antes las reparaciones las tenían que hacer de manera artesanal, algo que resultaba muy laborioso.

Los chapistas

A partir de los 80 aparecen dos evoluciones a la vez, una en lo que concierne a las técnicas de reparación de los vehículos, y otra en lo que se refiere a las herramientas utilizadas por los chapistas. Llegan los equipos de soldadura para sustituir a los antiguos y de esta manera aumentar la calidad del trabajo y la producción. Otra técnica que comienza a usarse y que resulta muy rentable es la de reparación mediante tracción mecánica. Con ella los daños se reparan sin necesidad de desmontar el vehículo, desde el exterior.

La manera de trabajar de los chapistas ha ido evolucionando a lo largo del tiempo y siempre condicionada por las innovaciones y los avances de la construcción de las carrocerías. Han existido épocas en las que el mercado solicitaba coches pesados y grandes. Con la crisis de 1973 y la crecida del precio del combustible, los fabricantes empezaron a construir coches más ligeros y que gastaran menos para seguir vendiendo. Así se empezaron a fabricar piezas con materiales más ligeros como aluminio o plástico. De ahí que surgieran nuevas técnicas de reparación como la soldadura con varillas de plástico.